El Congresista Hank Johnson pronunció las siguientes palabras en una reunión sobre la ley de reforma de inmigración integral

El Congresista Hank Johnson pronunció las siguientes palabras en una reunión sobre la ley de reforma de inmigración integral el día jueves abril 4 en la Iglesia Centro Cristiano Monte Sinai en Norcross

Las elecciones de 2012 cambiaron el juego. Con el tema de inmigración siendo un asunto que definió y movilizo a los votantes latinos, estadounidenses de origen asiático y nuevos votantes Americanos, la elección produjo un mandato para la reforma migratoria. La lucha por la candidatura republicana a la presidencia era como una loca carrera para ver quién podría ser el nominado más anti-inmigrante entre los candidatos. El resultado fue una victoria contundente para el presidente Obama el 6 de noviembre de 2012.

Como Ed Gillespie, líder republicano prominente, dijo recientemente: "No hay un instinto como el instinto de supervivencia." El Partido Republicano aprendido de la manera difícil, que si los candidatos no cambian sus maneras, el Partido Republicano se dirigirá al precipicio demográfico. Es por eso que estamos escuchando una cascada creciente de voces poco sinceras de republicanos dentro y fuera del Congreso - desde John Boehner y Paul Rand hasta Sean Hannity y Charles Kraphammer (me refiero a Krauthammer) - el argumento de que ha llegado el momento de pasar la reforma migratoria. Y ahora, hay republicanos en ambas cámaras del Congreso que están trabajando para hacer precisamente eso, mediante la firma de los principios bipartidistas dados a conocer en el Senado, y trabajando en un proyecto de ley en la Cámara de Representantes.

Así que creo que este es el año en que el Congreso aprobará la reforma migratoria integral, que no es más que sentido común. La pieza central de este esfuerzo debe ser la creación de un camino hacia la ciudadanía para los 11 millones de nuevos estadounidenses quienes aspiran a convertirse en ciudadanos. Los estadounidenses lo apoyan. Los republicanos lo necesitan. Es hora de que el Congreso produzca resultados.

América merece una reforma migratoria de sentido común que refleje nuestros intereses y nuestros valores como estadounidenses. La pieza central de la reforma es un camino directo a la ciudadanía. Si usted ya está aquí y no tiene antecedentes, estudia Inglés y paga impuestos, usted puede tener la oportunidad de convertirse en ciudadano estadounidense.

Para que la reforma tenga éxito, necesita tres elementos interactivos: 1) debe crear un camino hacia la ciudadanía para los 11 millones de inmigrantes sin documentos que se encuentran aquí; 2) debe crear un sistema legal ordenado de inmigración del siglo 21 que reúna a familias y haga crecer nuestra economía, y ; 3) debe mantener seguras nuestras fronteras y debe requerir que los empleadores verifiquen que todos los empleados sean legales.

Si se hace bien, y lo hacemos juntos, esta combinación producirá un sistema en el que los inmigrantes que viven en Estados Unidos estarán aquí legalmente, los inmigrantes que vendrán en el futuro serán admitidos legalmente y los empleadores que violan la ley deberán rendir cuentas. El resultado será que las políticas de inmigración reflejaran nuestras tradiciones como una nación de inmigrantes y una nación de leyes.

Nuestras leyes de inmigración deben reflejar nuestros intereses y nuestros valores como estadounidenses. Como estadounidenses, tenemos el derecho de decidir quién vive dentro de nuestras fronteras, y no podemos dejar que empleadores sin escrúpulos debiliten a propietarios de negocios honestos mediante la explotación de mano de obra barata. Pero tenemos que tratar esto como un problema a resolver, no como una oportunidad para que los políticos ganen puntos a cuenta de aprovecharse de nuestras preocupaciones legítimas y nuestros prejuicios.

Somos una nación de leyes, pero también somos una nación de inmigrantes. La mayoría de los estadounidenses tienen padres o abuelos que inmigraron a este país, y sabemos las dificultades que enfrentaron, desde el aprendizaje del idioma hasta enfrentar prejuicios. Así que vamos a proteger nuestras fronteras, exigir a los empleadores a cumplir con leyes de sentido común que beneficien a nuestro país, y esperar que los inmigrantes que quieren estar aquí lo hagan como las personas que han llegado a nuestras costas en busca de una vida mejor lo han hecho siempre: obedeciendo nuestras leyes, aprendiendo nuestro idioma y pagando nuestros impuestos, al mismo tiempo que ganan la oportunidad de convertirse en ciudadanos estadounidenses que pagan impuestos.

Las propuestas del Presidente y el Senado para la reforma de inmigración son un paso en la dirección correcta para garantizar que la economía de Estados Unidos, el ejército y la competitividad global se fortalezcan. Tenemos la responsabilidad de asegurar que la reforma migratoria integral tenga éxito en el Congreso 113, y realmente creo que vamos a hacer el trabajo.

Gracias.